Siempre resulta complicado abrirse camino cuando uno es diferente. Mucho más difícil incluso cuando un hombre de color intenta hacerse hueco en un mundo de blancos; y aunque a muchos nos disguste, el country ha sido la música del hombre blanco.
Charley Frank Pride [Sledge, MS - 1938] cumple el estereotipo del hombre de color americano. Hijo de jornalero, familia de nueve hermanos y trabajo en los campos de algodón en Mississippi junto a su padre. Una infancia dura en el seno de una familia pobre y trabajadora.
Dicen las leyendas que su padre quería llamarlo Charl, pero que un error en el registro de nacimiento lo convirtió en Charley para el resto de su vida. Algo que visto con distancia no fue tan malo para su carrera.
El joven Pride aprendió a tocar la guitarra cuando tenía 14 años, y lo hizo escuchando clásicos de country por la radio. Tras un intento fallido de entrar en el mundo del baseball y un paso de dos años por el ejército, Charley centró toda su atención en la música. Su gran oportunidad fue en 1963, cuando en el backstage de Red Sovine y Red Foley, Pride cantó "Lovesick Blues". Ambos veteranos quedaron tan impresionados que incitaron a Charley para que viajara a Nashville: Music City.
Una vez allí, con el apoyo de los Sovine´s, de Webb Pierce y el manager Jack Johnson, la potencialidad del joven Pride llega a manos de Chet Atkins y RCA Records para firmar un contrato en 1966.
Sin embargo, su talento y amor por el country no fueron suficientes. Al pequeño Charley aún le quedaba la prueba más difícil: superar la discriminación racial de un público acostumbrado a ver a músicos blancos en los escenarios, y a un show business con poco interés en publicitar a un músico negro.
Su primer single de éxito: "Just Between You and Me" salió al mercado sin fotografía de portada para evitar el rechado de las estaciones de radio y el público más reaccionario. No abundan las fotos de Pride; pero su maravillosa voz y la calidad de sus composiciones fueron poco a poco derrumbando muros y prejuicios, permitiéndole ascender hasta convertirse en un auténtico número uno en la historia del country.
En 1967 actuó en el Grand Ole Opry, tras 42 años sin ver a un músico negro en su escenario (desde la aparición de DeFord Bailey en 1925). Sus temas se cuentan por hits: 20 de sus singles están entre los más vendidos de la historia del country, 36 números 1, 70 millones de discos vendidos en todo el mundo; y este gigante es el segundo mayor artista en ventas en la historia de RCA Records, sólo por detrás de Elvis Presley.
Tal vez su padre sólo quería darle a su hijo honorabilidad en su nombre, buscando un contrapeso al color de su piel. Nadie mejor que él sabía que la vida era dura para un hombre de color. Ahora eso ya nunca lo sabremos, pero pese al error, la historia le devolvió su honor con creces, y para todos los que amamos este sonido Charley Frank Pride se ha convertido en el "orgullo" de la música country.
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